Cartas a Mr. Pupa (V)

 

San Cristóbal, 09 de marzo de 2017

Mundos distintos, vidas distintas...

Hay dos mundos diferentes que contarles muy bien pueden, realidades tan diversas como estrellas tiene el firmamento.

Mr Pupa es tan bueno con Madame Lilí, es tan dulce como arequipe y tan sereno como las noches de grillos cantando alrededor de la ventana, a la luz de una luna que a los dos les alumbra.

Oh Mr Pupa, cuantos mundos una misma aurora; Ud alegra los días a Madame cuando lo añora, ella sabe que soñarle bien le hace a esta historia.

Caballero de caminos que fueron desconocidos hasta hace poco y ahora parece fuesen familiares esos ojos. Yo se que tiene historia Mr Pupa en su destino; que dos luceros parieron sus sueños, en este cielo que se llama vida y le alumbran los rescoldos en cada parte que mira. Senderos de amaneceres perpetúan estas dos vidas, reflejan esas semillas que Mr Pupa ha cosechado en vida.

Y como toda noche estrellada, una luna tiene aquel, que le guía los luceros y de seguro a él también.

Madame Lilí en cambio sueña en llegar a ser luna alguna vez, que le faltan los luceros alumbrando el amanecer. Vaga libre cual viento, pero le falta un querer, que le arrulle como niña y la convierta en mujer; mujer que suspira tierno y que exuda erotismo también.

Que raros son nuestros mundos, pero comunes lo sé! Lo raro esta en la mirada y en las ganas de correr, a buscar lo que en la sangre de fuego nos quiere encender.

Madame Lilí de pasión envuelve ya su querer, pues no solo son cuerpos, ella amar sabe también; pasión siente por sus letras y por cada amanecer, por cada susurro de vida al oído, diciendo sueña otra vez. Pasión se tiene a los sueños, a reír siempre al leer, a contar las maravillas, de saber siempre beber, en cada sorbo las cosas que le hacen a uno bien.

Sueñeme que yo le anhelo, en su vida ya estoy pues, aquí nos pintó la historia, aunque caminos distintos tengan tal vez.

No es el simple capricho, es lo que debía ser; Ud y yo encontrarnos, no en la piel pero si en letras; distintas vidas habían de ser.

Atte.
Lilian


P.D.
Queriéndole sinceramente, pues solo así yo se querer!