jueves, 29 de noviembre de 2018

Cartas a Mr. Pupa... (I)




 San Cristóbal 02 de marzo de 2017

Cartas al mar...

Bueno he decido enviar un email, como otrora se enviaran cartas a través del mar y como el asunto lo dice, son cartas, al menos dos habrán de ser.
No se porque viene a mi memoria el reflejo de unas manos que al son de las olas y el vaivén de los mares mecían bergantines en pluma de viajeros eternos.

Tal vez no ha cambiado mucho esto de enviarse cartas, como a principios del siglo pasado sucediera, pues aunque ya no son las demoras de largos viajes en barcos, que muchas leguas recorrieran; ahora la modernidad nos regala la magia de ser veloces a esa realidad que vivir queremos. Pero hablar de realidades no resulta tan certero, pues alas en datos le han puesto, pero etéreos seguimos siendo.

Contarle que me apasionan las letras ya va sabiendo, que Usted me recuerda historias de libros que fui leyendo, hablarle de los amores en tiempos del cólera y tantos sueños; Macondo de mil pasiones que en cien años de soledad fueron viviendo; lo que el viento se llevó decían y raíces de negros días; que sus tierras me apasionan, que de allí llegó la conquista un día a tierra de indias bravías, que de cuerpos mozos conquistaron a aquellos que a conquistar tierras vinieron.

Que imagino en playas hermosas mestizas blandiendo el cuerpo, moreno como panela tan dulce como la caña; y muy lejos en tierras de mantuanos y blancos que anhelan indias profanas.

La tecnología no ha cambiado mucho lo que otrora alejaba, pues no importa el modernismo los peniques siguen primando en este mundo y sus designios.

Que me recrean las letras lo sabe, porque me vuelan los dedos plasmando aquí mis ideas; tan extraños son los mundos, tan complejas las vivencias, Usted vive allá en su mundo y yo aquí en la América que sueña, que sueña los mismos sueños que de indias antes fueran.

Contarle vengo un cuento de dos que se conocieron, lejanas tierras separan a cada uno con propio cuento. Tan raro resulta el mundo cuando coinciden dos tan distintos, en culturas que nos parieron buscando siempre algún encuentro.

De tierra de Quijotes, que molinos persiguieran, Cervantes le tuvo en sueños a aquellos que de verdad soñar se permitieran; permítame Usted soñar en aras de tibias tierras.

Contarle que es de letras y de cuentos esto que hoy reza la carta que ahora viaja a lomos de una quimera; de pasos ya le conozco, de horas pocas le tengo y es grato saberle cerca en este mundo etéreo, en este mundo que soñar creemos.

Atentamente.

A quién hasta hoy conociera... Su Madame Lilí

L.J.A

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