Gaviotas al amanecer despuntan entre nuestras sórdidas caricias, las golondrinas aún no han hecho verano en nuestro idílico puerto y es difícil encontrar un nido parecido a éste; donde su cuerpo y el mío forman una coraza de sentimientos.
No son gaviotas, son golondrinas me dijiste sin reparo aquella tarde y yo sin pensar mucho en refranes te respondí alborozada, no se me dan los refranes... Que mentira para no contrariarte!
Son caros los sueños si las gaviotas volando lejos van, emulando a las golondrinas hacia el verano que nos enciende las ganas de ser todas las estaciones en una sola mañana...
Y sí... Me gustaría ser el refrán que no se salga de su memoria y se repita mil veces...
Eres sencillamente el reflejo de un mañana que nunca alcanzo...
Y sin embargo mi verano siempre te va abrigar el alma, ya que la geografía los cuerpos rozarnos no nos ha permitido.
L.J.A
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